
En Abegondo, un municipio conocido por su rico patrimonio natural y cultural, dos de sus rutas de senderismo más emblemáticas, la PR-G 97 Río Gobia y la Ruta de los Amilladoiros, están sufriendo un preocupante estado de abandono. Ambas rutas, que en su momento fueron promovidas como atractivos turísticos y espacios de disfrute para la comunidad, hoy claman por atención y mantenimiento. Lamentablemente, el Concello de Abegondo parece haber descuidado estos recursos, lo que pone en riesgo no solo su conservación, sino también su potencial para impulsar el turismo rural y el desarrollo local.
La PR-G 97 Río Gobia: Un proyecto olvidado
Como ya se ha mencionado, la ruta PR-G 97 Río Gobia fue inaugurada en noviembre de 2007 con una inversión inicial de alrededor de 30.000 euros, financiados a través de programas como Proder, Feoga y Agader. En su momento, el Ayuntamiento de Abegondo editó un tríptico descriptivo, instaló paneles informativos y señalizó el recorrido para facilitar su uso. Sin embargo, con el paso de los años, el mantenimiento de la ruta ha sido prácticamente nulo.
El segundo tramo de la ruta, que bordea el rego de Manteiga, está completamente invadido por la maleza, y los senderos han desaparecido bajo la vegetación. Aunque algunos paneles informativos aún se mantienen en pie, su estado de conservación deja mucho que desear. Este abandono no solo dificulta el acceso a los caminantes, sino que también desaprovecha el potencial turístico y cultural de una ruta que podría ser un referente en la comarca.
La Ruta de los Amilladoiros: Otro ejemplo de desatención
Pero la PR-G 97 Río Gobia no es la única ruta afectada por la falta de mantenimiento. La Ruta de los Amilladoiros, otro sendero emblemático de Abegondo, también comienza a mostrar signos de abandono por parte del Concello. Esta ruta, que recorre varios amilladoiros (montículos de piedra tradicionales vinculados a ritos funerarios y leyendas populares), es un recorrido que combina historia, cultura y naturaleza. Sin embargo, al igual que la ruta del Río Gobia, parece estar cayendo en el olvido.
Caminantes y vecinos han reportado que algunos tramos de la Ruta de los Amilladoiros están cada vez más descuidados, con senderos poco definidos y señalización deteriorada. Este deterioro no solo afecta la experiencia de quienes recorren la ruta, sino que también pone en riesgo la conservación de un patrimonio cultural único, vinculado a las tradiciones y la historia de la zona.
Una llamada al Concello de Abegondo
El estado de abandono de estas rutas es una muestra clara de la falta de atención por parte del Concello de Abegondo hacia sus recursos naturales y culturales. Ambas rutas, la PR-G 97 Río Gobia y la Ruta de los Amilladoiros, representan oportunidades únicas para promover el turismo rural, fomentar el desarrollo local y preservar el patrimonio de la comarca. Sin embargo, para lograrlo, es necesario un compromiso firme por parte de las autoridades locales.
El Concello de Abegondo debe tomar medidas urgentes para recuperar y mantener estas rutas. Esto incluye:
- La limpieza y señalización de los senderos.
- La reparación o sustitución de los paneles informativos deteriorados.
- La promoción de estas rutas como destinos turísticos.
- Involucrar a la comunidad local en estas tareas, fomentando el voluntariado y la participación ciudadana en la conservación de estos espacios.
Conclusión
El abandono de la PR-G 97 Río Gobia y la Ruta de los Amilladoiros es una situación que no puede ignorarse. Estas rutas no solo son un patrimonio natural y cultural de Abegondo, sino también una oportunidad para impulsar el turismo y el desarrollo local. El Concello de Abegondo tiene la responsabilidad de actuar de manera decidida para recuperar y mantener estos recursos, demostrando así su compromiso con la comunidad y con el futuro de la comarca.
Esperamos que este llamado de atención sirva para que las autoridades locales tomen conciencia de la importancia de estas rutas y actúen en consecuencia. Mientras tanto, los caminantes y amantes de la naturaleza seguirán disfrutando de lo que estas rutas aún pueden ofrecer, aunque sea con la tristeza de ver cómo el abandono las va consumiendo poco a poco.